Suicidio de una niña, resultado de la extrema pobreza en Guatemala

Publicado en por Josman Pulicaciones Gráficas

Por: José Gabriel Cubur

El 20 de abril Gregoria Mejía Vicente de 15 años de edad decidió cortarse la vida como consecuencia de la depresión que le causó no poder obtener los libros necesarios para realizar una tarea escolar, prerrequisito para someterse a un test (examen), en la institución donde estudiaba.

De acuerdo con el relato de la señora Rosario Vicente, madre de la occisa, la niña cursaba 1º. Básico en el Instituto Oficial de Educación Básica de San Pedro Jocopilas, Quiché y hace una semana los maestros encargados del curso le solicitaron realizar una tarea basada en un texto.

Sin embargo debido a la extrema pobreza en la que vive esta familia, no pudieron comprar el libro y nadie quiso o pudo prestárselo, por ello la jovencita decidió ya no asistir al instituto.

“Lo que pasa es que como no pudo hacer un trabajo para la escuela,  entonces se quedó sin estudio, desde la semana pasada, entonces como no encontraba muchos libros que le prestaran, entonces ya no quiso ir a la escuela y yo le dije ándate goyita y ella dijo no me voy y no me voy; y juntó su ropa y se fue a lavar al río, yo no pensé nada pero como tengo otros patojitos, están pastoreando unas ovejitas que tenemos y ellos la vieron colgada”, narró con lágrimas en las mejías la afectada madre.

Aunque nosotros como comunicadores sociales hemos visto cuerpos sin vida de muchas víctimas, consecuencia de la violencia que vivimos en Guatemala y también conocemos de casos de personas que se han quitado la vida por diversas causas, este hecho no deja de tocar nuestros sentimientos.

Perdonen ustedes apreciables lectores pero –maldito dinero- cuántas vidas ha cortado, cuántas familias ha destrozado, ha hecho infeliz a la humanidad completa, nos ha robado la tranquilidad y ha deprimido a millones de personas que estamos sumidos en la pobreza y extrema pobreza.

Sino fuera porque el valor de los libros es alto quizá esa niña estuviera viva y tal vez hubiese sido una profesional y contribuido para que su familia saliera de esa miseria en la que está sometida.

En este contexto cabe preguntarse ¿Dónde está el apoyo del Ministerio de Educación? ¿Dónde esta la ayuda de Q300 que el Consejo de Cohesión Social esta dando a las familias a través del programa Mi Familia Progresa? y ¿Por qué las autoridades locales no crean bibliotecas municipales gratuitas en lugar de estar cubriendo la tierra con concreto?

La realidad de los niños en las aldeas más recónditas del país es alarmante muchos de ellos se ven obligados a trabajar para contribuir al sustento de la familia y otros abandonan la escuela por falta de recursos económicos, además hay que mejorar la educación y hago un llamado a la conciencia de los y las maestras para que enseñen al niño o niña a analizar y no solamente llenarles la cabeza de información e historias a medias.

Espero que éste caso haga reflexionar a las personas encargadas de garantizar la vida de los y las guatemaltecas.

Gregoria Mejía, vivía en el cantón Xitucur III de la aldea Raxché del municipio de San Pedro Jocopilas, Quiché, y fue encontrada a orillas de un río cercano al lugar, con una cuerda en el cuello y atada de un árbol, el cuerpo sin vida de la niña fue descubierto por sus hermanitos quienes pastoreaban a unas ovejas.

Desde acá mandamos un abrazo y nuestra solidaridad para con la familia de esta niña.

  

 

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A
La situacion en la que se encuentra nuestro pais es lamentable, es momento en que la poblacion Guatemalteca tome conciencia, se una, y logre apoyar proyectos prodesarrollo de las comunidades, que finalmente se cree una conciencia social y fomente el sentido de humanidad en todos nosotros. Hay formas de evitar el empobrecimiento continuo que vive nuestro pais no esperemos mas problemas, empecemos a buscar soluciones a los ya existentes.
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